jueves, 19 de diciembre de 2013

Alfajores.

Es un dulce de tradición árabe, con muchos siglos de historia y con una receta que se ha transmitido de generación en generación. Se le llamaba originalmente, y todavía se le sigue llamando, “alajú”, que procede del término árabe 'al-hasú' (relleno). 
Posee un color tostado al corte, con un aroma ligeramente especiado y un sabor que recuerda a frutos secos y miel, resultando muy equilibrado en el paladar. Tiene forma de canutillo y se presenta en piezas individuales envueltas en papel. Los hay de diferentes pesos y tamaños, desde piezas de 40 gr. hasta barras de 1 kg. Se puede consumir en cualquier época del año, no necesariamente en la época navideña.
Sus ingredientes, totalmente naturales, son: miel pura de abeja, almendras, avellanas, harina, pan rallado y especias (cilantro, clavo, matalahúva, ajonjolí y canela).
Su elaboración es totalmente artesanal y se sigue aplicando la misma receta que en la época árabe. Tras calentar la miel, se mezcla con el resto de ingredientes, se corta la masa en caliente, se deja enfriar y se moldea con su forma cilíndrica y alargada, característica de este alfajor. Por último se pasan las piezas por un almíbar, se cubren de azúcar y un poco de canela en polvo, y se procede al liado y envasado de cada unidad.